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sábado, 3 de diciembre de 2011

Experiencias sobre la intervención en la Investigación

Hijos de la fragmentación?

Pareciera que los tiempos han cambiado y con ellos, muchas costumbres sociales. No descubrimos nada nuevo, si hablamos de la velocidad con la que se vive hoy en día, o los bombardeos consumistas que soportamos producto de un capitalismo cada vez más abarcativo y global. Lo que si se puede advertir es la falta de adecuación de los sujetos a estas nuevas circunstancias, donde parecen estar desprovistos de aquellas herramientas sólidas que eran brindadas por las instituciones. Esto parece producir sujetos-sujetados a las viejas estructuras organizacionales sin poder desarrollar nuevas estrategias para “habitar” aquellos espacios construidos por fuera del soporte institucional. Lo podemos ver hasta en nuestras maneras de comunicarnos, ya que el lenguaje también es una institución que parece haber sufrido esa especie de desfondamiento. Estamos atravesando una transformación lingüística en donde gran parte de los conceptos parecen sufrir una re-significación producto de su adaptación a los tiempos posmodernos. Habitar espacios en los cuales las palabras son desconocidas nos pone en el compromiso de adaptarnos, o de lo contrario pasamos a no comprender lo que se “esta diciendo”, quedamos enfrascados en los significados primarios y como producto de ello, nuestra comunicación merma y se vulgariza, disminuyendo las posibilidades de relacionarnos, de formar nuevos lazos y construir vínculos.

Buscando certezas en lo incierto

"Las estructuras sociales se construyeron a lo largo de la historia basándose en lo corpóreo, como aquello palpable y visible, que le da al hombre una cierta sensación de seguridad, de estabilidad que le permite desenvolverse con cierto respaldo. Es muy difícil proyectar una sociedad proponiendo como material constituyente, como elementos vitales de la construcción, la incertidumbre y la relatividad"1, pero parece ser que no tenemos hoy la posibilidad de elegir, la situación esta dada de esta manera y esta en “nosotros” lograr hacer pie en un terreno cenagoso, desconocido y fugaz.
Todo acto por si solo parece tener hoy una “carencia de sentido” que antes era brindada por el disciplinamiento institucional. Hoy todo es incertidumbre y desprotección, por eso se necesitan nuevos procesos de subjetivación que nos ayuden a través de un “pensamiento complejo” a la adaptación de las antiguas estrategias a las nuevas condiciones situacionales, cargadas de autonomía.

Construyendo situaciones

Al hablar de construcción de situaciones intentamos inferir que, es posible ir ganándole terreno a la fluidez a través de la producción de medios que se constituyan como propios. Es posible lograr la confeccionar de espacios y tiempos libres de marcas instituidas y producir también la subjetividad capaz de habitarla.

“La fundación de una situación es también la fundación de su habitante” 2

Para ello necesitamos un compromiso personal y ético, constituirnos como agentes de cambio capaces no solo de habitar sino de construir estos nuevos espacios.

Investigación adaptada a las nuevas subjetividades

Cuando trabajamos sobre un proceso de investigación damos por sentado que existirán algunos enunciados que serán puestos a prueba mediante lógicas de construcción, como un método de trabajo (selección, clasificación, ordenamiento y organización de datos) que nos llevara a un resultado final, esta a sido y es aun la manera mas común de llevar adelante los procesos de investigación científica.
Hoy podemos ver que en esos procesos, las personas intervinientes no pueden quedar por fuera de la investigación ya que están “involucradas” en ella desde lo vivencial, su sola participación modifica lo que se estudia y las modifica a si mismas y al grupo de trabajo.
Todos los procesos que se llevan adelante en una investigación tienen carácter de intervención, aun la observación, ya que esa observación va dar como resultado lo que el observador dice que ve, sin poder asegurar que eso que ve sea lo que este pasando.

“La objetividad es una ilusión de que las observaciones pueden hacerse sin un observador” 3

Desde la mirada Psicosocial se intenta trabajar con la “intervención” como herramienta y se toma como punto clave para determinar el rumbo y la implicancia que tomara una investigación. Una intervención tiene que ver con una acción en el campo social, llevada a la práctica mediante algunos procedimientos que buscan un determinado propósito, persiguen una finalidad que no es otra que alterar a los sujetos involucrados en dicha acción. Se pretende desmitificar las conclusiones cerradas y objetivas como único resultado de un proceso de investigación, proponiendo acciones como la escucha, la demora, la significación, la construcción conjunta a través del encuentro y la elucidación. Es el intento por abordar otros suelos nutricios con cualidades desconocidas surgidas desde la afectación con el “otro”, la construcción compartida de experiencias que nos potencien subjetivamente y nos constituyan en sujetos capaces de habitar estas nuevas formaciones sociales de mutación constante,  dinámicas y caóticas. Ya no podemos dar nada por supuesto, por eso la intervención intenta una búsqueda constante de algo por descubrir, aun cuando no se sepa que es. Es un interrogante continuo, un recomenzar permanente cargado de pasiones y nuevas miradas, una posibilidad de escucha para construir desde ese puente que se forma entre lo que se pregunta y lo que se contesta.
Por otro lado debemos evitar caer en la tentación de la interpretación, ya que la intervención no persigue una finalidad terapéutica sino una acción social, de esta manera evitamos caer en significaciones erróneas, o endilgarle sentido a algo que no fue dicho con ese fin.  La intervención como herramienta y la implicación como medio de acción, persiguen el propósito de no claudicar desde un comienzo a la posibilidad de construir nuevos espacios de posibilidades, comprender que hay otras miradas y posiciones más allá de las hegemónicas. Ya sea en el ámbito de las ciencias sociales como en la vida misma no es posible encasillar de una vez y para siempre, lo que tenga que ver con el devenir social ligado a la dinámica vincular, la construcción ya no pasa por las instituciones ni por los valores individuales, sino por el compromiso compartido entre los sujetos, de ahí que surge la intervención como mediadora, actuante en las grietas de un “entre” que permite la producción de un “nosotros”.

Bibliografia
1-Nota sobre el caos, en este mismo Blogg.
2-Lewkowicz, M. Cantarelli, Grupo Doce; “Del fragmento a la situación. Notas sobre la subjetividad contemporánea”; Ed. Altamira; Pág.109
3-Paul Watzlawick y Peter Krieg. Despedida de la Objetividad. El ojo del Observador. Pág. 6